Os hablo de huracanes

Día soleado, con mono de él. Hace una temperatura ideal para escuchar su voz, porque sí, es cierto eso de que antes que ver el sol prefiero escuchar su voz. Asomada a la ventana, observando el flojo movimiento de los árboles y sabiendo que en el fondo sé que existe una parte del cielo de Madrid donde si se ven las estrellas. Me fumo un cigarro en el que las promesas y las dudas van en la misma calada. Pienso y pienso que no te puedes poner en mi lugar ni si quiera un rato, que hay una gran cantidad de besos que he perdido...que han desaparecido, ya sabéis de lo que hablo es como... un huracán, y ya sabéis lo que se dice de los huracanes. Pasan, arrasan con todo y se van. Y después, con todo arrasado te vuelves a ver asomada en la ventana.

 Que como dijo el maestro Sabina, "el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren". Bienvenidos al bucle infinito.