Autodidáctica
Cuatro años no son suficientes para cambiar (o, al menos, para no cambiar demasiado) pero sí para aprender. Es el tiempo justo para saber que los sueños sí pueden cumplirse, que algún día sabrás que estás dando los pasos correctos para ser quien un día te imaginaste. Que todo el esfuerzo y sacrificio habrá merecido la pena. Que el primer amor es el único que no tiene pasado pero que, sin embargo, siempre formará parte de él. Que de los errores también se aprende y que llevaba razón aquel que dijo que las segundas partes nunca fueron buenas. Que los amores sanos, puros, verdaderos también existen y que, al fin y al cabo, todos lo sabemos... Son los que nos hacen ser mejores personas. Y que hay muchos otros tipos de amor que jamás deberíamos olvidar porque ellos son los que jamás, jamás, jamás, te fallarán. Que la amistad verdadera no se marcha que se hace más fuerte que nunca pese a la distancia, pese a las dificultades, pese a todo. Que hay persona